Cuando envejecemos el cuerpo se somete a múltiples cambios físicos y
psicológicos, uno de los cambios más notorios y molestos para la gran mayoría
de las personas son los cambios el ciclo del sueño; es decir en el ritmo
vigilia- sueño o reloj biológico de sueño. Cuando envejecemos; la estructura
del sueño se modifica con una marcada tendencia a tener un sueño más
fragmentado, con despertares constantes y con un aumento del sueño liviano que
resulta en alteraciones neurohormonales que a su vez ocasionan cambios en las
distintas etapas del sueño. Uno de los cambios más notorios durante la vejez es
que el sueño profundo o reparador disminuye con un aumento en el numero de
siestas durante el día que se convierten en compensatorias del sueño perdido
durante la noche; esto quiere decir que se pasa menos tiempo durmiendo
profundamente y sin soñar. Las personas mayores se despiertan en promedio unas
3 a 4 veces por noche y también son más conscientes del hecho de estar
despiertos. Uno de los factores importantes y que influyen en la disminución de
la calidad del sueño en esta etapa es la necesidad de levantarse a orinar,
ansiedad, depresión e incomodidad y dolor por algunas enfermedades crónicas. Es
muy importante que cuidadores y
familiares estemos atentos ante estos cambios de sueño en nuestros adultos
mayores puesto que la privación del sueño con el tiempo suele ocasionar
confusión y otros cambios mentales; sin embargo si comienza a ocurrir es
importante consultarlo con su médico tratante para que proporcione un
tratamiento adecuado al adulto mayor.
Problemas más comunes que tienen
que ver con el sueño en el adulto mayor:
- El insomnio es quizá el más común; resulta de una dificultad para iniciar o conciliar el sueño. Este generalmente es asociado a alguna causa de tipo psicológico como ansiedad, depresión o sustancias deprivadoras del sueño. También puede existir insomnio debido a una dificultad de mantener o sostener el sueño, con despertares a mitad de la noche que dan lugar a un sueño fragmentado, poco eficaz y reparador y que se vincula a enfermedades más orgánicas como problemas cardiovasculares, neurológicos y digestivos entre otros. También encontramos el insomnio de tipo “finalización”; el cual se caracteriza por un despertar precoz y es frecuentemente relacionado con una depresión endógena o alteraciones metabólicas. Algunos cambios a nivel físico y psicológico generados por el insomnio pueden incluir: fatiga o sensación de malestar general, dificultad para concentrarse, la memoria se deteriora más rápido, cambios en el rendimiento habitual de la persona, disminución de la energía, motivación o iniciativa, propensión a cometer más errores, tensión muscular, dolor de cabeza, preocupaciones, obsesiones y miedos con respecto al sueño o al momento de dormir.
- También suelen presentarse otros trastornos del sueño como el síndrome de las piernas inquietas, narcolepsia o hipersomnio
- La apnea del sueño suele convertirse en un problema grave pues la respiración se detiene durante un tiempo mientras se duerme y esto ocasiona graves problemas de salud
- Realizar una cena liviana antes de las 7 pm para permitir una fácil digestión.
- Evitar la ingesta de café, alcohol y tabaco antes del descanso nocturno
- Regular el horario de despertar y al dormir. Debe tratar de que sea a una misma hora
- Realizar ejercicio físico en horas de la mañana; no se recomienda realizar esta actividad en horario previo a dormir
- Consumir la cantidad de liquido indicada por el médico antes de las 5pm; luego de esa hora solo se debe consumir lo necesario para acompañar comidas o medicamentos. Esto reducirá la necesidad de orinar en la noche
- Tomar las medidas ambientales necesarias: temperatura adecuada en el cuarto y libre de estímulos de ruido y luz
- No tomar siestas muy largas durante el día, en especial en horas de la tarde
- En caso de no lograr conciliar el sueño 20 min después de haberse acostado, puede sugerirse levantarse y realizar alguna actividad tranquila como leer o escuchar música suave
- Si se han realizado la mayoría de estas medidas y aun el adulto mayor no logra dormir, se debe consultar con el médico tratante para revisar otras opciones de tratamiento
Aunque es indudable que los
problemas de sueño del adulto mayor nos afecten sobre todo si viven en casa
donde comparten el espacio con los demás miembros de la familia, podemos tener
en cuenta algunas indicaciones que de realizarlas correctamente, con mucha
paciencia y amor pueden dar buenos resultados o disminuir las molestias de
sueño en nuestros adultos mayores; dentro de los consejos más importantes se
encuentran:
Siguiendo estas sencillas medidas podemos ayudar a nuestros
adultos mayores a tener una mejor calidad de sueño ayudándolos de alguna manera
a sentirse mas cómodos con este tipo de cambios y alteraciones que vienen con
la edad; recuerda que a los adultos mayores no hay que “olvidarlos”; necesitan
estimulación, cuidado, atención de su familia y mucho amor.
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