Para que
el proceso de enseñar al niño a ir al baño solito no sea muy difícil para
padres y traumático para los bebes; estos
sencillos consejos a seguir podrían funcionar muy bien para realizar este
proceso con éxito:
1. Esperar a
que el niño esté listo: Se debe tener
en cuenta que no hay una edad mágica en la que los niños están listos
para aprender a ir al baño solitos.
La mayoría de ellos habrá desarrollado las
habilidades físicas y cognitivas necesarias entre los 18 y los 24 meses (aunque
hay niños que no están listos hasta que tienen casi 3 años de edad, o incluso
4).
Si el niño está viviendo cambios como la llegada
de un hermanito, entrar a la escuela, un viaje o cambio de casa, es mejor
esperar a que su pequeño mundo esté de nuevo
en calma antes de empezar.
Una vez se haya empezado el proceso, si no se obtienen buenos
resultados al cabo de varias semanas, eso significa que el niño en realidad no
estaba listo; por lo tanto es conveniente esperar algunas semanas para
identificar señales de que está listo, y volver a intentarlo.
2. Planear el
proceso de ayudar al niño a dejar el pañal con antelación: Antes de salir a comprar la bacinica o sillita de baño, es bueno pensar y planear cómo
se quiere llevar a cabo el entrenamiento
del niño. Se debe decidir cuándo y cómo
se quiere empezar con el proceso, qué harán los padres cuando el niño tenga los inevitables
"accidentes”, y cómo saber o identificar si es mejor abandonar el entrenamiento por el
momento y volver a probar más adelante.
Pero aunque es bueno planear, también es importante recordar ser
flexibles. No hay forma de saber de antemano cómo le irá al niño, ni qué
técnicas le funcionarán mejor. Eso realmente depende de cada niño. Es
importante tener en cuenta que, al igual que con la mayoría de las etapas importantes en el desarrollo
de los niños, el éxito no suele ocurrir de
forma linear, es decir, en constante marcha hacia una meta. Se debe
respetar el ritmo del niño.
Hablar acerca del plan con el pediatra siempre es una buena
opción, así como con las personas que lo
cuidan y con otros padres de familia que están pasando por el mismo proceso.
Cuando se tenga un plan definitivo, hay
que asegurarse que tanto padres como cuidadores puedan seguirlo fielmente,
excepto si hay retrasos inesperados y otros obstáculos que estén dificultando
el proceso. En tal caso hay que identificarlos.
3. Tener Paciencia y Calma: Hay una serie de pasos para la retirada del pañal que el niño tendrá que superar, y esto es algo que puede
llevar bastante tiempo.
Es cierto que algunos niños aprenden en pocos
días, pero para otros el entrenamiento dura varias semanas, o hasta meses,
sobre todo hasta que ya puedan dormir toda la noche sin pañales.
No es bueno tratar de apresurar al niño (ni dejar que otros lo hagan) para que abandone los
pañales más rápido de lo que puede. Hay que tener en cuenta que el niño se
encuentre preparado para hacerlo.
Se le debe permitir hacerlo a su propio ritmo y
que se acostumbre poco a poco a este nuevo y complicado proceso, y de esta
manera avanzara de una etapa a la siguiente de una manera más natural.
Se debe
motivar al niño cariñosamente,
recordándole que use su bacinica o el inodoro, y halagándolo. Pero si el niño se retrae o retrocede, no es recomendable insistir demasiado.
4. Elogiar al niño cuando lo haga
bien: A lo largo de este
proceso, el niño buscará señales de aprobación y reconocimiento —los
llamados "refuerzos positivos"— por sus logros.
Cada vez que el niño trate de usar su bacinica o
de hacer en la taza del baño, o dé el siguiente paso en su entrenamiento
(aunque no lo logre por completo), se le debe decir que lo está haciendo bien y
que enorgullece a sus padres y cuidadores.
Los elogios se deben hacer sin exagerar pues se puede poner nervioso y aumentar su miedo
de fallar, lo cual puede provocar más "accidentes" y retrasos en el
proceso.
5. Estar preparado para los
accidentes: Es muy probable que el niño tenga
muchos accidentes antes de que aprenda a usar la bacinica a la perfección. Hay que recordar que hasta hace muy poquito
tiempo el niño aún no había desarrollado
completamente sus músculos, y por lo tanto no tenía el control necesario para
lograr contener sus necesidades.
Con el tiempo, el niño se volverá muy competente, pero mientras esté
aprendiendo, lo mejor que se puede hacer es limpiarlo calmadamente cuando se
equivoque y sugerirle que la próxima vez trate de usar su bacinica.
“Articulo tomado de Babycenter en español”
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