martes, 25 de julio de 2017

CAMBIOS EN EL CICLO DE SUEÑO EN EL ADULTO MAYOR


Cuando envejecemos el cuerpo  se somete a múltiples cambios físicos y psicológicos, uno de los cambios más notorios y molestos para la gran mayoría de las personas son los cambios el ciclo del sueño; es decir en el ritmo vigilia- sueño o reloj biológico de sueño. Cuando envejecemos; la estructura del sueño se modifica con una marcada tendencia a tener un sueño más fragmentado, con despertares constantes y con un aumento del sueño liviano que resulta en alteraciones neurohormonales que a su vez ocasionan cambios en las distintas etapas del sueño. Uno de los cambios más notorios durante la vejez es que el sueño profundo o reparador disminuye con un aumento en el numero de siestas durante el día que se convierten en compensatorias del sueño perdido durante la noche; esto quiere decir que se pasa menos tiempo durmiendo profundamente y sin soñar. Las personas mayores se despiertan en promedio unas 3 a 4 veces por noche y también son más conscientes del hecho de estar despiertos. Uno de los factores importantes y que influyen en la disminución de la calidad del sueño en esta etapa es la necesidad de levantarse a orinar, ansiedad, depresión e incomodidad y dolor por algunas enfermedades crónicas. Es muy importante que cuidadores  y familiares estemos atentos ante estos cambios de sueño en nuestros adultos mayores puesto que la privación del sueño con el tiempo suele ocasionar confusión y otros cambios mentales; sin embargo si comienza a ocurrir es importante consultarlo con su médico tratante para que proporcione un tratamiento adecuado al adulto mayor.

Problemas más comunes que tienen que ver con el sueño en el adulto mayor:


  • El insomnio es quizá el más común; resulta de una dificultad para iniciar o conciliar el sueño. Este generalmente es asociado a alguna causa de tipo psicológico como ansiedad, depresión o sustancias deprivadoras del sueño. También puede existir insomnio debido a una dificultad de mantener o sostener el sueño, con despertares a mitad de la noche que dan lugar a un sueño fragmentado, poco eficaz y reparador y que se vincula a enfermedades más orgánicas como problemas cardiovasculares, neurológicos y digestivos entre otros. También encontramos el insomnio de tipo “finalización”; el cual se caracteriza por un despertar precoz y es frecuentemente relacionado con una depresión endógena o alteraciones metabólicas. Algunos cambios a nivel físico y psicológico generados por el insomnio pueden incluir: fatiga o sensación de malestar general, dificultad para concentrarse, la memoria se deteriora más rápido, cambios en el rendimiento habitual de la persona, disminución de la energía, motivación o iniciativa, propensión a cometer más errores, tensión muscular, dolor de cabeza, preocupaciones, obsesiones y miedos con respecto al sueño o al momento de dormir.
  • También suelen presentarse otros trastornos del sueño como el síndrome de las piernas inquietas, narcolepsia o hipersomnio
  • La apnea del sueño suele convertirse en un problema grave pues la respiración se detiene durante un tiempo mientras se duerme y esto ocasiona graves problemas de salud
  • Realizar una cena liviana antes de las 7 pm para permitir una fácil digestión.
  • Evitar la ingesta de café, alcohol y tabaco antes del descanso nocturno
  • Regular el horario de despertar y al dormir. Debe tratar de que sea a una misma hora
  • Realizar ejercicio físico  en horas de la mañana; no se recomienda realizar esta actividad en horario previo a dormir
  • Consumir la cantidad de liquido indicada por el médico antes de las 5pm; luego de esa hora solo se debe consumir lo necesario para acompañar comidas o medicamentos. Esto reducirá la necesidad de orinar en la noche
  • Tomar las medidas ambientales necesarias: temperatura adecuada en el cuarto y libre de estímulos de ruido y luz
  • No tomar siestas muy largas durante el día, en especial en horas de la tarde
  • En caso de no lograr conciliar el sueño 20 min después de haberse acostado, puede sugerirse levantarse y realizar alguna actividad tranquila como leer o escuchar música suave
  • Si se han realizado la mayoría de estas medidas y aun el adulto mayor no logra dormir, se debe consultar con el médico tratante para revisar otras opciones de tratamiento


Aunque es indudable que los problemas de sueño del adulto mayor nos afecten sobre todo si viven en casa donde comparten el espacio con los demás miembros de la familia, podemos tener en cuenta algunas indicaciones que de realizarlas correctamente, con mucha paciencia y amor pueden dar buenos resultados o disminuir las molestias de sueño en nuestros adultos mayores; dentro de los consejos más importantes se encuentran:


Siguiendo estas sencillas medidas podemos ayudar a nuestros adultos mayores a tener una mejor calidad de sueño ayudándolos de alguna manera a sentirse mas cómodos con este tipo de cambios y alteraciones que vienen con la edad; recuerda que a los adultos mayores no hay que “olvidarlos”; necesitan estimulación, cuidado, atención de su familia y mucho amor.


lunes, 17 de julio de 2017

CLAVES PARA MANEJAR LOS BERRINCHES Y RABIETAS EN NIÑOS DE 2 A 6 AÑOS DE EDAD


Es muy común escuchar de padres o cuidadores sobre las rabietas o berrinches de sus niños, efectivamente, los berrinches son manifestaciones que expresan los niños al sentir frustración, ira, miedo, tristeza o cualquier otra emoción. Las conductas típicas de un niño cuando tiene una rabieta es tirarse al suelo, gritar, llorar o incluso darse golpes a el mismo o golpear a los demás. 

La etapa de las rabietas o berrinches es normal y forma parte de su desarrollo y tanto su intensidad como su duración van a depender de varios factores que analizaremos a continuación.
* El propio niño: no todos los niños son iguales y uno de los factores que más influye en las rabietas es la madurez  tanto emocional como cognitiva y de lenguaje. Un niño que entiende bien lo que le decimos es capaz de responder adecuadamente y expresarse bien para no caer en pataletas; otro factor determinante es la personalidad del niño.
* El entorno emocional del niño: Otro de los factores que conlleva a que el niño desencadene una conducta de rabietas y pataletas son sus propias vivencias. Una mala adaptación a la escuela, la llegada de un hermanito, problemas con sus amigos, la no adaptación a su cuidadora o una situación conflictiva en la familia, terminara afectando el entorno donde el niño se desarrolla y por ende será un factor de riesgo para el desarrollo de estas conductas negativas.
* La forma en la que reaccionamos los adultos: Esta comprobado que la forma como reaccionamos determina el grado de la rabieta del niño. Si nuestra actitud como adultos es positiva y madura el niño se sentirá seguro y confiado y por tanto no necesitara recurrir al berrinche para obtener lo que quiere.

Revisemos ahora algunas maneras efectivas de enfrentar el berrinche de los niños y hacerlo de la manera correcta:
* Lo primero que siempre tenemos que hacer es observar al niño para identificar el origen de la pataleta; puede provenir de algún tipo de frustración, ira, algo con lo que estaba jugando y se le quito porque lo consideramos peligroso o delicado, sueño, hambre o simplemente manipulación.
* Sácalo del sitio donde inicio la pataleta, lleva al niño a un lugar seguro donde se pueda desahogar; abrázalo y dale tu apoyo haciéndole entender que se podrá quedar en este lugar “seguro” hasta que se sienta más tranquilo.
* Háblale mientras el niño se desahoga; así le harás entender que lo comprendes y escuchas pero que solo le prestaras atención cuando se calme. Esto ayuda a los niños a distinguir sus emociones y sensación antes y después del berrinche y en su momento aprenderán a expresar su frustración.
* Cuando se logre calmar siempre felicítalo, aprovecha el momento para describirle y que el entienda la sensación de enojo/ frustración que siente cuando tiene el berrinche y la de calma y bienestar cuando ya le pasa el mismo; ayúdale a distinguir sus emociones positivas y emociones negativas.
* Mantener la calma como adulto al momento de hablarle ayuda mucho pues además de impartir una disciplina con amor el niño percibe tu frustración y enojo y se querrá poner a la par tuya en una lucha de poder para demostrar que el gana siempre; como adultos debemos romper con el esquema del niño. Háblale con voz suave y hazle entender que no vas a permitir que su comportamiento te perturbe. Recuerda que los niños aprenden también por imitación. Si tú gritas y te descontrolas el niño también lo hará.
* Reforzar con actitudes positivas como una caricia o palabras de cariño, o un abrazo cuando el niño logre por si solo evitar una pataleta y actué de una forma adecuada ante una frustración.

Bien sabemos que el objetivo del berrinche siempre es obtener algo que desea y no sabe cómo expresarlo; pero en algunos casos la pataleta puede tener un fin exclusivo de manipular y como adultos o cuidadores debemos estar muy atentos para no ceder a las pretensiones del niño; aquí algunas claves:

  • No le des al niño todo lo que pide. El niño debe aprender y entender que algunas de sus peticiones son inaceptables
  • Déjale que grite y llore en un lugar seguro para él, se aburrirá  y se calmara. A algunos niños les toma más tiempo que a otros, dale su espacio
  • Ten paciencia y constancia; el maltrato físico contra un niño es y será siempre inaceptable. Siempre hay métodos de apoyo; si sientes que la situación se sale de control, algún especialista en comportamiento infantil te puede dar algunas claves de ayuda. Si te sientes frustrado tomate un tiempo y respira profundo. La idea es educar con amor
  • Cuando el niño ya es escolarizado o se encuentra al cuidado de un tercero como una niñera, los abuelos u otra persona debes ponerte de acuerdo con ellos sobre la técnica que utilizas para el manejo de sus pataletas. Todas las personas que se encuentran a cargo del manejo del niño deben hablar el mismo idioma. Si los padres imponen algo pero algún adulto sea su profesora o su cuidador lo anulan; el niño entenderá que con sus padres puede jugar y saltarse sus normas



Los niños necesitan disciplina y educación y deben comprender que no siempre pueden hacer lo que quieran y que deben cumplir con ciertas normas y tipos de comportamiento aceptables para su adecuado desarrollo y convivencia con los demás. 

lunes, 10 de julio de 2017

TIPS PARA AFRONTAR LA SOLEDAD EN LA VEJEZ


Sin duda alguna la vejez trae consigo muchos cambios; no solo a nivel físico sino psicológico también  y con estos cambios  junto con la disminución del ritmo de vida; los mayores se enfrentan a  uno de los peores temores para casi todas las personas; “la soledad”; esta temible palabra que a algunos atormenta no tiene porque ser del todo negativa y como casi todo lo que caracteriza a esta etapa debemos verle el lado positivo para así asimilar mejor los cambios que conlleva la vejez y al que indudablemente si así se nos permite llegaremos al final de nuestra vida. Aquí te señalamos algunas ideas útiles para afrontar la soledad en la vejez de una manera más positiva y ayudar a nuestros adultos mayores a enfrentar los variables estados de ánimo a los que nos sometemos como consecuencia de todos los cambios que padecemos en esta etapa:

  • Sincerarse consigo mismo y evaluar su vida en retrospectiva, ayuda a conocer qué tipo de soledad se sufre y el porqué. Cuando llegamos a la vejez podemos evaluar que hicimos en nuestras anteriores etapas, cuales fueron nuestras acciones y si generaron impacto o no en las personas que nos rodearon; es aquí en donde podremos realmente evaluar si la llegamos a sufrir el porqué de nuestra soledad y nos ayudara a tener estrategias y herramientas para afrontarla de una mejor manera. Algunos adultos mayores son abandonados por sus familiares o no reciben el trato adecuado por parte de ellos y en la mayoría de las ocasiones cuando se evalúa la situación se conoce la verdad detrás de la actitud de su familia o de quien genera o permite el abandono.  
  • Perder el miedo a mirarse a sí mismo y afrontar la necesidad de saber cómo somos en realidad: nuestras ilusiones, sueños, anhelos, limitaciones y miedos. Todo esto ayuda a hacer una evaluación de nuestra autoimagen y a mejorar nuestra autoestima así estemos solos.
  • Tomar la iniciativa para entablar nuevas relaciones de amistad, fortalecer relaciones familiares y concretar los planes que se tienen volviéndolos acción, suele ser una estrategia infalible para afrontar la soledad y los miedos que vienen con ella.
  • Quitarse el miedo al rechazo de las personas en general o un grupo de pares puede convertirse en una idea muy útil pues nos impulsa a tener ilusiones que usualmente en esta etapa de vida se ven muy disminuidas.
  • Hacer a un lado la actitud de víctima, pues siempre hay alguien que quisiera conocer o tener cerca a una persona con la experiencia y vivencias de un abuelo.
  • Evitar encerrarse en sí mismo cuando viene el agobio de la soledad ya que puede generar mayor daño y sentimientos de minusvalía; para esto debemos incrementar nuestras habilidades sociales, lo importante y lo que mueve a las personas debe ser el hecho de hacer cosas que en sus etapas anteriores nunca pudo por falta de tiempo, el trabajo, los hijos y las demás responsabilidades que no daban el espacio de disfrute de actividades que quisimos haber desarrollado y no lo logramos
  • No compararse con nadie. Cada ser humano es único e irrepetible; todas las personas tenemos ritmos diferentes y maneras diferentes de afrontar la vida y las perdidas, así que desde que todo vaya dentro de los parámetros “normales” está bien el ritmo que cada quien le imprime a su vida y como la va sobrellevando.
  • Iniciar o retomar alguna actividad deportiva o artística que nos guste, puede ayudar a mejorar el estado de ánimo y afrontar la soledad de una mejor manera; además el compartir con otras personas con las mismas perdidas o dolencias físicas puede ser de gran apoyo pues nos ayuda a superarlas y de paso nos hacemos compañía.

La sensación de soledad es algo que se puede dar de un momento a otro, pero como lo veíamos al comienzo, no tiene porque ser negativa ya que es posible transformarla en un espacio de reflexión para conocernos más a nosotros mismos, evaluar que fue de nuestra vida y establecer nuestra propia identidad en la última etapa de la vida.

Existe un tiempo para comunicarse con los demás y otro para establecer contacto con lo más profundo de nosotros mismos en el que la soledad se hace indispensable; así podemos “hablar” con nuestros miedos y terminar nuestros días de una manera más tranquila y relajada dejando nuestros asuntos en orden.

Como vimos estas son algunas ideas que podemos tener en cuenta en el momento de generar estrategias para afrontar la soledad, pero si en algún momento como familiar de un adulto mayor que se siente solo o su cuidador notamos que hay algo más fuerte que él no puede afrontar solo; siempre es mejor estar pendiente a las señales de alarma y acudir a un profesional en psicología o psiquiatría para apoyar al abuelo en su proceso.


miércoles, 5 de julio de 2017

SINDROME DEL EMPERADOR EN NIÑOS


Los cambios a nivel sociocultural y laboral de las últimas décadas han ido labrando el terreno para el surgimiento de algunas conductas disfuncionales en los niños. Uno de los conjuntos y actitudes que más preocupan ahora a los padres de familia es el hijo que se cree amo y señor de la familia, sometiendo a todos sus miembros a sus exigencias y caprichos; clínicamente se llama  síndrome del emperador y básicamente, es un trastorno de la  conducta infantil. Una de sus características más notables en los niños y adolescentes que lo padecen es su incapacidad de tolerar la frustración, rebeldía, impulsividad y fragilidad.  Otras de las características que suelen presentar estos niños es la insensibilidad emocional, poca responsabilidad ante el castigo, dificultades para desarrollar sentimientos de culpa y ausencia de apego hacia sus padres o cuidadores. En general o lo que se pensaría en primera instancia es en culpar a los padres o los encargados de la crianza de los niños por ser demasiado permisivos y protectores con sus hijos; sin embargo se ha visto que el ambiente influye mucho en el desarrollo de este síndrome debido a que vivimos en una sociedad consumista, individualista, donde prima el éxito fácil y rápido por encima de todo. Además últimos estudios han revelado que puede existir una predisposición genética de carácter que explicaría el porqué dentro de una misma familia un niño puede desarrollarlo y el otro no. Para entender un poco mas de que se trata este síndrome debemos adentrarnos en la mente del niño emperador; estos niños establecen pautas conductuales e interpersonales para privilegiar sus caprichos y exigencias por encima de la autoridad de sus padres o cuidadores. Quien no acata sus caprichos se convierte en victima de unos berrinches terribles y en ocasiones hasta agresiones por parte del niño.

Se ha establecido que pueden existir múltiples causas bio-psico-sociales que pueden ser las que generen  este nuevo fenómeno infantil; revisemos las más importantes:

1. Causas psicociales: Los cambios a nivel laboral y social repercuten directamente en la cantidad y calidad del tiempo que los padres dedican a sus hijos; dejando a los niños al cuidado de terceros que no siempre son las personas más adecuadas para tomar decisiones con respecto a su crianza.
2. Normas y límites: Las pautas de crianza también juegan un papel fundamental; psicólogos educativos destacan que el poco tiempo que los padres le dedican a sus hijos genera patrones incompetentes en el momento de establecer normas y establecer límites en la conducta de los niños. Las necesidades económicas y el inestable mercado laboral no está ofreciendo a los padres de familia el espacio necesario para la crianza adecuada de los niños ocasionando un estilo educativo de tipo culpogeno y siendo proclives a consentir y sobreproteger a los niños para “compensar” la escasa calidad y cantidad de  tiempo que se les dedica.
3. Falta de hábitos afectivos: La falta de hábitos afectivos se convierte en un caldo de cultivo para la conducta egocéntrica infantil. La escasa cantidad de tiempo descuida los hábitos de juego y compartir emociones entre padres e hijos.

Si bien es cierto que los estudios señalan que este síndrome se presenta entre los 11 a los 18 años de edad aproximadamente; se están presentando casos en edades más tempranas; por lo tanto es importante tener en cuenta las señales de alarma. Veamos algunas:
  • Niños mandones, que no aceptan un no por respuesta, intolerantes a la frustración, desean que sus caprichos sean satisfechos de inmediato; no saben esperar.
  • Niños desafiantes que ponen a prueba todos los límites sin aceptar opciones diferentes a las que ellos proporcionan. El decide que, como y cuando se hacen las cosas. Se convierte en una inversión de roles donde los padres siguen ordenes y el niño manda.
  • Son egocéntricos, mentirosos e impulsivos. Tienen mucha dificultad para desarrollar emociones morales e importantes como la empatía, la tolerancia, el respeto, compasión y culpa.
  • Manifiestan una importante muestra de desapego hacia los demás lo que los conduce a maltratar física y psicológicamente a sus padres sin sentir ninguna clase de culpa ni responsabilidad. Son niños materialistas e insatisfechos con lo que tienen.

Teniendo en cuenta lo anteriormente mencionado, es importante resaltar que podemos tomar medidas correctivas desde la familia y el ámbito escolar. Debe ser un trabajo en equipo en donde padres de familia, cuidadores y maestros trabajen al unísono. Los padres de familia deben imponer normas, reglas y límites que se deben cumplir, ejercer su rol de padres y ser su figura de autoridad y modelo a seguir. Al hacer esto; a los maestros se les facilita la tarea en el colegio pues pueden entrar a apoyar el trabajo que los padres hacen desde casa. De nada sirve que en la escuela se corrija o se tomen medidas al respecto si los padres de familia no hacen su trabajo desde el hogar; pero lo principal de todo es compartir tiempo de calidad y no llenar a los niños con regalos de compensación por no estar “presentes” en su crianza. Recuerda que los valores familiares se forman en casa. Debemos como padres de familia ejercer nuestro rol de padres como figuras de autoridad,  impartiendo respeto hacia cada uno de los miembros de la familia. Educa con amor y disciplina.