Son múltiples los cambios que
vamos encontrando a medida que envejecemos; una de los deterioros más significativos
que solemos encontrar durante la vejez
es la demencia. La demencia implica la pérdida progresiva de la capacidad de
las funciones intelectuales de una persona, se ven implicadas su memoria,
sentimientos, inteligencia y habilidades sociales interfiriendo en sus
actividades de la vida cotidiana. No es una enfermedad de por sí; sino más bien
un grupo de síntomas que suelen acompañar a ciertas patologías y por lo tanto
no hace parte de un envejecimiento normal.
Dentro de los síntomas más
destacados y a los cuales debemos estar siempre alerta son los siguientes: 1. Perdida
de la memoria a corto plazo; es decir de los acontecimientos recientes; el
deterioro en la memoria es quizá el principal síntoma que solemos identificar. Con
este se ve afectada la capacidad que
tenemos para registrar, almacena, retener y recuperar información nueva. En casos
muy avanzados suele perderse también memoria de recuerdos familiares e
información del pasado de la persona.
2. Desorientación
en el tiempo y lugar; no sabemos en que día estamos y nos desorientamos
fácilmente si es lugar donde estamos no nos es familiar.
3. Ideas
que lo están robando o que alguien le quiere hacer daño; incluso si es algún
miembro de la familia.
4. Incapacidad
para aprender cosas nuevas; nos es difícil la incorporación de nuevos
conocimientos a nuestro esquema mental; dificultando actividades de la vida
cotidiana.
5. Perdida
del lenguaje; las afasias de lenguaje son muy comunes; por lo tanto debemos
ayudar a nuestro adulto mayor con dibujos y estímulos diferentes como carteles,
avisos llamativos que ayuden a su desenvolvimiento dentro de su rutina
habitual.
6. Pérdida
del control emocional; rompen en llanto fácilmente o no ven salidas a problemas
sencillos que antes se resolvían con facilidad.
7. Perdida
del comportamiento social; todos los síntomas de la demencia en conjunto, hacen
que el adulto mayor se vaya relegando pues se siente y la gente lo percibe
diferente. Entere a su círculo de amigos y familiares de la situación actual y
trate de incluir al abuelito para no relegarlo.
8. Falta
de motivación; la dificultad que supone llevar una vida normal como lo hacía
antes, hace que pierda el interés en las actividades del diario vivir; hay que
estimularlo de la manera correcta y mantenerlo motivado.
No sabemos con exactitud las
causas de la demencia, pero en varios estudios se señala que los virus de
acción lenta o algunos tipos de depresión durante la etapa previa a la adultez
mayor pueden provocar este conjunto de síntomas. Hay varios tipos de demencia
muy comunes en la tercera edad; las más conocidas son las demencias tipo Alzheimer,
la vascular o multi- infarto , las mixtas, mal de Parkinson ; entre otras.
Si las demencias no son tratadas
a tiempo, pueden dejar a la persona en un estado de postración mental; no
existe cura, pero podemos estar muy pendientes de nuestros adultos mayores para
evitar que siga avanzando. El médico tratante recetara algunos medicamentos
para ayudar a disminuir los síntomas y algunos tipo de terapias serán
recomendados para paliar los síntomas más molestos.
Debemos llevar una vida saludable
en todos los sentidos durante las etapas previas a la vejez; pues esta es la
manera más correcta de disminuir el riesgo de sufrir una demencia cuando seamos
adultos mayores; actividades como la lectura diaria, memorizar cosas, juegos de
destrezas, el aprendizaje de un nuevo idioma, una dieta adecuada y balanceada y
mucho ejercicio que proporcione una mejor oxigenación al cerebro son algunas de
las indicaciones que podemos tener en cuenta.
Si notas que el abuelito está presentando alguno
de los síntomas antes presentados, lo más recomendable es acudir a su médico
tratante para determinar un adecuado diagnostico y posterior tratamiento.
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