Es indiscutible que en el mundo
de los adultos la tecnología y en especial el uso de los celulares hace parte
de nuestra vida cotidiana; ya sea por trabajo o por mantener el contacto con
nuestros seres queridos; pero también es indiscutible que un niño NO NECESITA
de un celular para vivir su infancia de manera normal y lograr un desarrollo
adecuado tanto físico como psicológico. El uso del celular en niños menores de
12 años es un fenómeno que ha venido tomando auge hace algunos años. Las estadísticas
cada vez son más alarmantes y demuestran que 9 de cada 10 niños menores de 12
años tienen celular y lo utilizan activamente. Lo involucran en su vida de una
manera tan normal que se en vez de servir para lo que realmente está diseñado
(una herramienta tecnológica), se ha convertido en una herramienta para la
interacción social del niño lo cual se convierte en un grave error con unas
nefastas consecuencias. Veamos algunas de las consecuencias más relevantes del
uso de los celulares en los niños:
1. Crea
una desconexión del vinculo padres- hijos: aunque es evidente que debido al
ritmo de vida acelerado que llevamos en estos días, la dinámica familiar ha
cambiado, el que los padres entreguen celulares a sus hijos está causando dificultades en la
comunicación, la complicidad y el nexo que se crea con los niños; aparte de
todo lo que vemos en la red que no es apto para menores. La relación familiar
se ha vuelto una dinámica constante de padre ausente. Así que si como padre estás
de acuerdo en entregar un celular a tu hijo, debes revisar y estar muy
pendiente de las cosas que revisa en internet, con quien habla, el uso de las
redes sociales, amistades y demás. La tecnología NUNCA reemplazara la
comunicación entre padres e hijos, el afecto y la cercanía.
4. Ocasiona
dificultades en los procesos de lecto- escritura: debido a que en el
teclado del celular se pueden abreviar las palabras o incluso usarlas en otro
idioma; se crea una Jerga única entre niños y adolescentes escribiendo
inadecuadamente las palabras y usando mala ortografía ocasionando que el
proceso de lecto escritura se vea afectado en el momento en que el niño debe
realizar el ejercicio de escribir de su puño y letra y no a través de un
teclado.
3. Trastornos
en el sueño y alimentación: A veces el uso del celular es tan compulsivo
que genera problemas a la hora de dormir. Un niño menor de 12 años de edad
necesita sus horas de sueño y descanso completas y no necesita el uso de un
celular para conciliar el sueño o que su calidad en el dormir dependa de él.
Ahora bien, el uso del celular en la mesa donde el niño se alimenta o hablar
por teléfono con sus amigos genera dificultades en su proceso de alimentación,
digestión correcta de los alimentos; además de la comunión familiar en el
momento de la cena o el almuerzo que es cuando muchas familias comparten
vivencias y comparten.
4. Distanciamiento
familiar: Este punto va muy de la mano con el primero. El distanciamiento
que ocasiona el uso de la tecnología en la familia con respecto a los niños es
relativo; es decir, depende que tanto lo
permita el padre de familia; hay menos conexión con la realidad y con los
problemas reales. Significa que las familias no son capaces de construir
relaciones fuertes con sus hijos y pierden la capacidad de mantener el hilo
conductor de su relación actual. Permitiendo que la vida laboral interrumpa la
vida familiar a un punto en que se hace invasivo y se termina haciendo gran
parte del trabajo de oficina en el espacio de la familia; por ende, hay una
disminución marcada del compartir y de este modo es imposible saber como padres
que es lo que está ocurriendo en la vida de nuestros hijos ; esto a su vez
genera otra dificultad y está relacionada con el hecho de perder autoridad e
incluso la dificultad en guiar de manera adecuada, impartir enseñanzas y
valores, mantener una relación de cercanía pues ya se pierde y se reemplaza por
el uso de la tecnología.
5. Se
están criando niños solitarios y aislados: parte de ser niño y de vivir una
infancia normal es la socialización con pares, el juego, el compartir, el darle
espacio a la imaginación y a la creatividad a través de la lúdica; el compartir
al aire libre en un parque, mediante el deporte y actividades que involucren
movimiento físico; vivencias que son abolidas y opacadas totalmente por el uso
del celular en grupo; pasando a permanecer menos activos, en casa, chateando o
enviando enlaces de lectura u otras actividades de interés entre sus pares; por
lo tanto se están creando niños carentes de una vida social sana, aislados de
sus pares y motivados exclusivamente por el uso del celular y los “juegos” a
los que tienen acceso en el. Varios estudios revelan que la gran mayoría de los
niños a los 6 años de edad ya tienen celular; situación extremadamente
preocupante pues a esa edad apenas comienzan a entender el mundo que los rodea
y a distinguir entre lo bueno y lo malo y con un teléfono a la mano y de fácil
acceso están siendo impulsados y catapultados a la red antes de desarrollar la
capacidad para diferenciar el mundo virtual del real; razón por la cual tienden
a aislarse y permanecer en solitario; pues en ocasiones la realidad virtual
ofrece vivencias o situaciones que aunque no son reales son atrayentes para el
niño y prefiere estar inmerso allí que en su propia realidad convirtiendo a los
celulares y la tecnología en general en “niñeras electrónicas” que ayudan no
solo a demostrar las habilidades y destrezas de su hijo en cuanto a la
tecnología sino a” ayudarlo a distraer y mantener entretenido, para los padres
poder darse un respiro”; esta es una de las maneras más comunes que se utilizan
actualmente para que los padres puedan tener tiempo para sí mismos.
Con lo anteriormente mencionado; la tecnología nunca reemplazara el amor incondicional, el tiempo compartido en familia, el vínculo padres e hijos y la calidad de educación en valores y vivencias que puedas enseñar a un niño; volvamos a darles la oportunidad a los niños de tener infancias más normales con mas amor, cuidado, compromiso, comprensión y unión familiar.
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