lunes, 3 de abril de 2017

EJERCICIO Y TERCERA EDAD



Es inevitable que el ejercicio o actividad física es indispensable de realizar a cualquier edad si queremos conservar una adecuada salud, pero la llamada tercera edad es quizás la que más requiere de actividad física pues en las personas mayores mejora la calidad de vida y reduce el riesgo de tener enfermedades. Según diversos estudios; hay una relación directa entre la actividad física y la esperanza de vida; es por esto que las poblaciones más activas físicamente suelen vivir más.

Sedentarismo el peor enemigo: Según la Organización mundial de la salud (OMS), se considera que una persona es sedentaria cuando realiza menos de 30 minutos de ejercicio al  día, 3 veces a la semana. Durante la etapa de la juventud y adolescencia mal que bien realizamos alguna actividad física pues las instituciones educativas la imparten dentro de sus planes de enseñanza; pero a  medida que nos vamos haciendo mayores y las obligaciones y el estrés de la vida diaria se hacen mayores también; vamos dejando el ejercicio de lado, sin conocer a fondo el daño físico y mental que nos estamos causando y lo que es peor; no estamos abonando un buen terreno para nuestra vejez. Así que teniendo en cuenta lo que ya todos sabemos; que el ejercicio es fundamental y vital para nuestra vida, te mostramos los 10 principales beneficios que trae consigo la actividad física:

1. En adultos mayores disminuye el riesgo de caídas, ayuda a retrasar y prevenir enfermedades crónicas y aquellas asociadas al envejecimiento.
2.  Disminuye el riesgo de mortalidad por enfermedades cardiovasculares y cardiopatía isquémica.
3. Retrasa el desarrollo de la hipertensión arterial  y disminuye los valores de tensión arterial en personas hipertensas, reduce los triglicéridos y aumenta el colesterol bueno.
4. Mejora los niveles de azúcar en sangre y disminuye el riesgo de padecer diabetes no insulino- dependiente.
5. Mejora la digestión   y el ritmo intestinal.
6. Disminuye el riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer; como el de colon, tan común en la tercera edad.
7. Mejora el peso y la acumulación de grasa corporal.
8. Mejora la fuerza y la resistencia muscular e incremental la capacidad para realizar otras actividades físicas de la vida cotidiana.
9. Mantiene en optimo estado la estructura y función de las articulaciones; la actividad física de intensidad moderada no produce daño articular y por el contrario es muy beneficiosa para las personas que padecen artrosis.
10. Ayuda a conciliar y mejorar la calidad del sueño, libera tensiones y se maneja mejor el estrés, combate los síntomas de ansiedad y depresión aumentando el entusiasmo y el optimismo.

Como vemos, son múltiples los beneficios que nos brinda la actividad física y aunque algunas veces suele ser complicado que el abuelito lo haga, es importante brindarle el apoyo necesario y propiciar espacios para que lo comience a realizar; 30 minutos de ejercicio diario por 3 veces a la semana está muy bien para los adultos mayores, las caminatas por ejemplo suelen ser muy beneficiosas. Para que sea un poco más fácil, lo ideal es incorporarlo a la vida cotidiana y convertirlo en un habito; es decir, por ejemplo, no usar el auto para trayectos cortos, subir por las escaleras en lugar de usar el ascensor o aprovechar los ratos de esparcimiento para realizar actividades al aire libre en algún parque, bailar, nadar o andar en bicicleta. De esta manera se comienzan a sentir los beneficios del ejercicio y llega un punto en que ya no conciben su vida sin él, por ende mejora su calidad de vida y su manera de percibir la vejez. 

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