Cada niño nace siendo único e
irrepetible, con una manera de ser muy suya. Desde pequeños sabemos cuál es el
hijo obediente, paciente, relajado, simpático, afectivo y cuál es el necio,
desobediente, rebelde, retador, que continuamente pone a prueba a sus padres.
Las conductas desobedientes en los niños, dificultan la educación de los padres
y de los profesores. Luchar con la desobediencia y generar en el niño un cambio
de actitud es posible; para ello, es necesaria una implicación absoluta de los
padres de familia. Si tienes un hijo desobediente sigue estos sencillos
consejos para corregirlo.
1. Identificar
al niño desobediente: La desobediencia en los niños aparece alrededor
de los 2 o 3 años de edad; según señalan los especialistas y suelen ser más
frecuentes en niños que en niñas. El patrón regular que manejan estos niños es
una continua desobediencia y hostilidad hacia las figuras de autoridad. Un
comportamiento que ocasiona muchos problemas en el entorno familiar y escolar.
2. Motivar
al niño desobediente: Expertos en psiquiatría infantil señalan que una
de las terapias más eficaces para manejar este tipo de problemas son las que
están orientadas a estimular la motivación del niño con el refuerzo de sus
conductas positivas o el castigo o la ignorancia de las negativas. Para
modificar la conducta desobediente de los niños, los expertos recomiendan
mostrar una actitud colaborativa; esto implica, dejar que el niño se exprese y
escuchar sus preocupaciones pero también explicarle con calma los problemas que
provoca con su actitud. Lo ideal es pactar y hacer acuerdos con el niño.
3. No
perder la paciencia ante la actitud retadora del niño: Es primordial no
perder la calma, así sea difícil. Hay que intentar controlar el enojo al
máximo. Una buena técnica es ponerse a la altura del niño para tener contacto
visual; este es uno de los consejos más importantes para hablar con el niño.
Desde esa posición se le debe decir en tono firme que no es aceptable su
comportamiento.
4. Establecer
rutinas: Las rutinas, ayudan al niño a obedecer, se debe mantener un
horario y un ritmo de vida estable. Si lleva una vida caótica será incapaz de
guiarse por normas o limites. Por el
contrario, un horario definido para cada actividad, horas necesarias de
descanso y tanto el orden como el equilibrio a su alrededor fomentan una
actitud más colaboradora y asertiva.
5. Poner
normas y limites frena la desobediencia: Poner normas y limites son
fundamentales para establecer las barreras de lo que se debe y no se debe
hacer. Deben ser claras y razonables, también deben ser adaptadas a la edad de
cada niño. No se debe exigir nunca más de lo que el niño pueda dar y es importante
explicarle el porqué de cada norma y en que lo beneficia. Hay que asegurarse de que cumple con las
normas antes de impartir la siguiente.
6. Premiar
los buenos comportamientos: El refuerzo positivo es fundamental para
que el niño repita las actitudes deseables; esto no significa que haya que
regalarle algo cada vez que se porte bien; si es posible hay que recompensarle
con palabras de agradecimiento, satisfacción y buen abrazo o beso.
Esperamos estos sencillos consejos te ayuden a manejar el niño desobediente que tienes en casa, mejorando su calidad de vida y la de tu entorno familiar.
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