lunes, 25 de julio de 2016

LA IMPORTANCIA DE LA SALUD OCUPACIONAL EN GERIATRIA

Dentro de las múltiples disciplinas que deben trabajar en sinergia para mantener o elevar la calidad de vida del adulto mayor se encuentra la terapia ocupacional. Su objetivo principal es capacitar a las personas para participar de una forma satisfactoria en las actividades de su vida cotidiana consiguiendo la máxima independencia posible. Los terapeutas ocupacionales logran este resultado aplicando técnicas de tratamiento rehabilitador y adaptándolas al entorno del adulto mayor.
Algo importante que cabe resaltar para los familiares y cuidadores es que no hay que esperar a que el deterioro de la edad impida al adulto mayor realizar su vida cotidiana, ésta disciplina puede enfocarse en  la actividad preventiva cuando aun hay salud o de rehabilitación cuando hay estados de enfermedad o deterioro funcional; en esta última se centraría en la adquisición de nuevas habilidades adaptadas a su entorno con el fin de facilitar su vida diaria.
Las funciones principales de un terapista ocupacional para el manejo del adulto mayor serian principalmente las siguientes:

1. Valoración funcional
2. Entrenamiento en actividades de la vida diaria
3. Estimulación física, funcional y cognitiva
4. Valoración, diseño y entrenamiento en órtesis, prótesis y productos de apoyo
5. Asesoramiento en el uso del tiempo libre y actividades sociales
6. Adaptación al entrono

Como vemos, este tipo de terapia se hace indispensable para el adecuado manejo del adulto mayor que no está institucionalizado. Algunos consejos útiles de los profesionales en T.O para los cuidadores y familia podrían resumirse en lo siguiente

1. Apoyar en la tarea de mantener la estabilidad: La estabilidad es importante para el abuelo ya que le permite evitar la desorientación, la confusión, agitación, sentimientos de inseguridad, miedo y frustración.
2.Simplificar el entorno: mantener identidad con los objetos personales y recuerdos, evitar o eliminar decoraciones excesivas sin función alguna, ordenar espacios y objetos para evitar caídas y tropiezos causantes de accidentes.
3. Facilitar la orientación: Personal, espacial y temporal a través de relojes, calendarios, señalización dentro del hogar, programas de actividades, colores, fotos.
4. Hacer del entorno donde vive el adulto mayor un espacio estimulante pero sin sobrecargas donde éste pueda adquirir nuevas habilidades y destrezas en reemplazo de las funciones que ha ido perdiendo.

Finalmente y siguiendo estos consejos; es de vital importancia para familiares y cuidadores que comprendan y apoyen el proceso de envejecimiento y los cuidados necesarios para hacer que el adulto mayor transite por esta etapa a través de un envejecimiento activo y no a través de las perdidas propias de esta edad, la enfermedad, la nostalgia, la inseguridad y la dependencia. Teniendo en cuenta  la adecuada actitud y apoyo de su familia ayudaran al adulto mayor a tener herramientas para el cuidado de su salud, brindando un mayor tiempo de independencia, salud mental, autoestima  y retrasando al máximo la institucionalización para su manejo. (Tomado de Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, 2015) 


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