Las habilidades de
liderazgo en los niños es una combinación de muchas características personales
que permiten que los niños sean capaces de racionalizar ideas y
pensamientos y ser constructivos. De hecho, si un niño tiene
características de liderazgo o es incentivado para tenerlas, tendrá muchas más
posibilidades de beneficiarse de sus logros cuando sea mayor.
Aunque algunos de los
factores que influyen en el liderazgo de los niños son propios e innatos, lo cierto es que puede desarrollar otros
muchos con el tiempo; el truco está en que los padres incentiven a los niños.
Formar líderes no es una tarea sencilla pero con esfuerzo y dedicación se puede
apoyar a los niños para que sean excelentes líderes.
Padres y cuidadores
pueden tener en cuenta las siguientes recomendaciones para ayudar a los niños e
incentivarlos a ser pequeños líderes:
1. El ejemplo de líder
empieza en casa: Expertos en
psicología infantil señalan que para formar niños líderes se debe empezar con
el ejemplo de sus padres. Por ejemplo dar directrices de cómo comportase ante
ciertas situaciones o la forma correcta de hacer las cosas puede ayudar en este
proceso.
2. Comunicación de
liderazgo: Los líderes son
expertos en comunicación. Ayudar a los niños a comunicarse de forma efectiva y
significativa puede ser un elemento importante a tener en cuenta a la hora de
formar niños líderes; se les debe enseñar que la clave para esto es escuchar.
No puede haber una comunicación efectiva si no se escucha atentamente y se
respeta las opiniones de los demás para
responder de la manera más adecuada. Otra forma de enseñarlos a comunicar
adecuadamente es dejar que hablen y se expresen. Muchos padres tienen la
costumbre de tomar decisiones por sus hijos pero el dejarlos que se expresen y
explicarles el porqué de la opinión de los papas les ayuda a razonar, ver
diversos puntos de vista y por ende a comunicarse mejor.
3. Enseñar a negociar: Cuando se es líder no se puede esperar solo
recibir; también hay que aprender a negociar: dar y recibir en partes iguales
reduce los desacuerdos y ayuda a que las partes se sientan incluidas.
4. El líder debe aprender
a trabajar en grupo: Hoy en día,
cualquier persona sea cual sea su ocupación debe saber trabajar en grupo. Los
grupos de trabajo son espacios que aportan grandes retos ya que no todos los
participantes están en el mismo nivel. Por esto se puede sugerir a los padres
de familia alentar a los niños desde pequeños a participar de actividades grupales
ya sean deportivas, musicales o de cualquier tipo que al niño le interese. Es
muy importante que los niños aprendan a identificarse con los intereses del
grupo y así unirse a otras personas para así apuntar todos hacia la misma
dirección.
5. Manejo de estrategias: Ser capaz de planificar y crear estrategias son
dos de las habilidades más importantes en liderazgo. Tomarse un tiempo para
discutir, planear y crear estrategias es vital; aunque será más fácil si el niño está acostumbrado a
hacerlo desde pequeño. En ocasiones cuando hay tareas o retos difíciles los
niños suelen desanimarse y los padres tienden a ayudarles más de la cuenta o a
hacerlo por ellos. Este es preciso el momento de enseñarle al niño a crear
estrategias para ese reto. Se le debe demostrar al niño que la tarea por
difícil que sea se puede dividir en partes y organizar en el tiempo y por lo
tanto hacerla por sí mismo si se organiza y lo hace con paciencia y confianza
en sus capacidades; la enseñanza de este punto radica en que el niño comprenda
que con trabajo y perseverancia todo se puede conseguir.
6. La lectura amplia los
conocimientos de los niños: Motivar e incentivar
al niño a que lea es una tarea que apoya mucho los procesos de liderazgo. Los líderes
leen mucho sobre diversos temas, una de las mejores maneras de incentivar la
lectura en los niños es con el ejemplo en casa. La lectura de cuentos e
historias son un buen ejercicio; además ayuda a que los padres compartan tiempo
con sus hijos.
7. El optimismo es una de
las cualidades de los lideres: Es importante
trasmitir a los niños pensamientos optimistas; expertos en la materia, señalan
que los pensamientos optimistas están directamente vinculados con el éxito.
Ahora bien, optimismo no es esconderle las fallas al niño; sino por el
contrario, que aprenda a sobrellevarlos y encontrarles el lado positivo; un
error siempre enseña un camino para volver a intentarlo.
Articulo elaborado por Ángela
Bonachera; psicóloga infantil para el sitio web Hacer familia
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