jueves, 8 de marzo de 2018

MUSICOTERAPIA PARA LAS PERSONAS MAYORES


La música es una herramienta que  sirve de refuerzo y acompaña cuando se está pasando o sufriendo momentos difíciles a cualquier edad.  La música  ayuda a disfrutar del presente y contribuye a olvidar durante un rato los problemas.
La música  permite experimentar placer. Estudiosos del tema han demostrado mediante estudios con grupos poblacionales de diversas edades que escuchar música puede ayudar a aumentar los niveles de serotonina, el neurotransmisor encargado de regular el estado de ánimo y el sueño, que inhibe emociones negativas como la ira y ayuda a combatir la depresión y la tristeza muy propia de la tercera edad.
La música, además, es comunicación, es social, lo que permite compartir el placer, la gratificación que supone la música, con otras personas. Así, cantar una canción en grupo ayuda a fortalecer los vínculos afectivos dentro de ese grupo.
Todos estos beneficios y muchos más tiene la musicoterapia en la vida de las personas y en especial de las personas mayores.
¿Qué es la musicoterapia?
La musicoterapia consiste en el uso de la música y sus elementos (ritmo, melodía, armonía, timbre) con finalidades terapéuticas, favoreciendo la comunicación, mejorando la autoestima y el estado de ánimo, incentivando el movimiento, la expresión y la creatividad.
Actualmente, la musicoterapia se ha extendido por todo el mundo como una disciplina de la salud y se utiliza como tratamiento complementario en diversas enfermedades y patologías.
Qué beneficios puede aportar la musicoterapia para los adultos mayores?
Beneficios cognitivos:
Beneficios físicos:
Beneficios sociales, emocionales y espirituales:
La musicoterapia aporta beneficios cognitivos, físicos, socio-emocionales y espirituales.
  • Ayuda a mantener o mejorar las habilidades verbales. A través de actividades rítmicas, por ejemplo, contribuye a la claridad del lenguaje.
  • Estimula la memoria a diversos niveles, tanto a corto como a largo plazo, ayudando a la reminiscencia (evocación de recuerdos casi olvidados) y al aprendizaje. Apoya el fortalecimiento de la memoria a corto plazo la cual se ve bastante afectada en los adultos mayores.
  • Ayuda a mantener la atención y a conectar la persona con la realidad.
  • Incentiva la creatividad.
  • Actúa como estímulo sensorial.
  • Es relajante y disminuye la ansiedad y la angustia.
  • Activa el sistema motor y favorece el equilibrio.
  • A través del ritmo mejora la coordinación de los movimientos.
  • A través de los pequeños ejercicios de psicomotricidad de seguir el ritmo o tocar un instrumento ayuda a mejorar la movilidad de las articulaciones y aumenta la fuerza muscular.
  • Fomenta la participación, la interacción y la comunicación social en el grupo.
  • Mejora el estado de ánimo y la autoestima.
  • Permite hacer aflorar las emociones.
  • Mejora la expresión verbal y no verbal.

Personas mayores y musicoterapia
La música puede tener un gran impacto en cualquier persona, pero además, en las personas mayores, tiene la capacidad de liberar todo un torrente de memorias. Esta es una de las razones por las que la terapia musical es uno de los tratamientos más eficaces para las personas mayores que sufren determinados tipos de enfermedades o trastornos.
Actualmente se está investigando y se están utilizando técnicas clínicas de musicoterapia neurológica para aplicarlas en el tratamiento de grupos de pacientes con diferentes enfermedades: Parkinson, Huntington, Alzheimer, autismo, traumatismo cerebral, apoplejía, etc.
En las personas mayores con Parkinson, el trabajo con patrones rítmicos regulares y constantes permite mejorar las funciones motoras, ya que el ritmo actúa como un estabilizador externo que hace que el cerebro pueda controlar el movimiento.
En las personas mayores con demencia, por ejemplo, la musicoterapia permite mejorar la calidad de vida de quienes la sufren:
  • En las fases leves y moderadas de la demencia, la música puede contribuir a preservar las capacidades cognitivas y funcionales (lenguaje, atención, memoria), retrasando la dependencia.
  • En las fases moderadas y avanzadas, la música permite a la persona desviar el foco de atención de los estímulos que no es capaz de interpretar hacia a un estímulo que tiene sentido y, por tanto, que ejerce un efecto calmante de la ansiedad. De esta manera, la música ayuda a reducir algunos síntomas conductuales de la demencia, como la agresividad física y verbal o el deseo de deambular.
  • En un estadio avanzado de la demencia, aunque la persona ha perdido la capacidad de procesar el lenguaje, todavía mantiene la capacidad de procesar la música, y así la música se convierte en una vía importantísima para conectarse con la propia identidad y para comunicarse con el entorno, con sus cuidadores, activando la memoria biográfica y las emociones asociadas a aquella música y facilitando la colaboración en las actividades básicas como la alimentación o la higiene.


Articulo tomado del sitio web Atención a los mayores. Elaborado por: Santa María del Tura; terapista ocupacional.

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