Son numerosos los cambios que
suceden en las personas a medida que vamos envejeciendo y el aspecto cognitivo
no es la excepción. Cognitivamente la vejez trae ganancias y pérdidas puesto
que hay una disminución en los procesos mentales y el razonamiento abstracto;
aunque algunos aspectos del pensamiento abstracto como tal tienden a mejorar.
Al mismo tiempo existe un deterioro
neurológico, hay mucha variación individual lo cual indica que las declinaciones
en el funcionamiento se pueden prevenir según la persona y el estilo de vida
que ha llevado, de igual manera el sistema nervioso central se hace más lento.
Pero, porque unas personas se deterioran más rápido que otras? Estudios indican
que puede deberse a las diferencias individuales anteriormente mencionadas. Las
personas con una capacidad intelectual elevada que durante su vida recibieron
oportunidades educativas y ambientales favorables y en su vida adulta se
comprometen con actividades ocupacionales y sociales que son intelectualmente
demandantes promueven el desarrollo y mantenimiento de sus habilidades
cognitivas en la vejez.
Por esto radica una enorme
importancia en el mantenimiento intelectual de las personas mayores; puesto que
el deterioro cognitivo en la vejez se relaciona con el desuso; así, actividades
como la lectura, escritura, poesía, música y demás son altamente valoradas para
mantener una mente activa en la vejez.
Ahora bien, los cambios en la
memoria son bastante obvios; la memoria a corto plazo se ve afectada, otro tipo
de memoria comprometida es la memoria de trabajo, mientras que la memoria
sensorial se mantiene a lo largo de toda la vida.
La capacidad para memorizar eventos,
situaciones, personas y demás se complica debido a que hay una dificultad para
codificar nueva información que facilite su recuerdo; así mismo la capacidad de
recuperación de la información almacenada también se afecta; razón por la cual
nos es más difícil recordar las cosas a medida que envejecemos. Sin embargo
existen algunas técnicas para mejorar
la memoria donde podemos ayudar al adulto mayor a sentirse mejor consigo mismo.
Las estrategias para mejorar la memoria pueden
ser agrupadas de dos formas diferentes; estrategias o ayudas internas y
externas.
Las ayudas externas son aquellas
que se extraen del mundo que nos rodea con el objetivo de retener de forma
efectiva la información que se desea. Para esto nos podemos ayudar de personas
que nos recuerden, agendas, notas, alarmas, letreros y señalización en el hogar
por citar algunos ejemplos.
Los recursos internos se basan en operaciones
cognitivas y no observables y pueden llegar a ser facilitados por la adquisición,
mantenimiento y recuperación de la información que se desea recordar. Optimizar
la atención, desarrollar imágenes, asociar un nombre a un determinado rostro o
maximizar la organización de la información son estrategias internas no
observables que resultan muy eficaces para la mejora de la memoria en los
adultos mayores.
Finalmente resaltaremos algunos
de los factores que influyen en el deterioro de la memoria en el adulto mayor:
1. Angustia,
depresión, aislamiento e inactividad
2. Alcohol
y medicamentos que puedan interferir con la atención y producir daños
cerebrales
3. Lesiones
vasculares y enfermedades como el Alzheimer
4. Poca
capacidad cognitiva y actividades de tipo intelectual en etapas anteriores.
5. Estrés
y condiciones medicas muy puntuales
Estas son, por señalar algunos de
los factores que influyen en el deterioro de la memoria. Un adecuado manejo de
la familia, una atención médica oportuna, cuidados domiciliarios, mucho amor,
compresión y cariño son la clave para sobrellevar este tipo de pérdida
inevitable en la vejez.
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