La depresión es un trastorno del
estado anímico en el cual los sentimientos de tristeza, pérdida, ira o
frustración interfieren en la vida cotidiana durante un tiempo prolongado. La
depresión en el adulto mayor es un problema generalizado; pero no es una parte
normal del envejecimiento. Con frecuencia sucede que no se le da la importancia
necesaria y por tanto no recibe tratamiento.
Causas principales: En los adultos mayores, las pérdidas
significativas de salud, cónyuge, amigos, funcionalidad pueden incrementar el
riesgo de padecer depresión o llevar a que la depresión existente empeore.
Entre las causas más comunes se encuentran:
1. Mudanza
de su hogar de toda la vida a un hogar geriátrico
2. Dolores,
enfermedad o padecimientos crónicos
3. Hijos
que dejan el hogar
4. Cónyuge
y amigos cercanos que mueren
5. Perdida
de su independencia o funcionalidad, entre otras
La depresión también puede estar
relacionada con padecimientos físicos como trastornos de la tiroides, mal de Parkinson,
enfermedades coronarias, cáncer, accidentes cerebro vascular, demencias, etc.
El uso, abuso de alcohol y algunos medicamentos pueden empeorar la
depresión.
Síntomas: Muchos de los síntomas usuales de la depresión son
bastante visibles; sin embargo la depresión en los adultos mayores suele ser
difícil de detectar. Síntomas como fatiga, inapetencia y problemas para dormir
también pueden ser parte del envejecimiento o de algún padecimiento físico.
Como resultado de esto, la depresión temprana puede ser ignorada o confundida
con otras afecciones comunes en la tercera edad.
Tratamiento: Los primeros pasos para un tratamiento adecuado
serian tratar cualquier padecimiento físico que pueda estar generando la
depresión, suspender cualquier medicamento que pueda estar generando esta
condición, evitar el alcohol y el uso de somníferos. Si estas medidas no
ayudan; los antidepresivos y la psicoterapia pueden ayudar. Algunas pautas para
manejar al adulto mayor en casa pueden ser:
1. Hacer
ejercicio si el médico lo autoriza
3. Promover
buenos hábitos de sueño
4. Para
los familiares; aprender a identificar los signos tempranos de depresión y
saber cómo reaccionar si esto sucede
5. Permitir
espacios para que el adulto mayor hable de sus sentimientos con alguien de
confianza o con la persona que él se sienta cómodo
6. Tomar
los medicamentos adecuados y enterar tanto al adulto mayor como a sus
familiares o cuidadores de los posibles efectos secundarios de algunos.
Expectativas y pronóstico: La
depresión con frecuencia responde al tratamiento; sin embargo la evolución será
mejor para aquellas personas que tienen acceso a servicios sociales, familiares
y amigos que puedan mantenerlos activos y ocupados. La complicación más
preocupante de la depresión suele ser el suicidio. Los adultos mayores que son
divorciados o viudos presentan un riesgo mayor de llegar a cometer suicidio. Es
por tanto responsabilidad de la familia prestar atención y el cuidado necesario
al adulto mayor que viva solo.
Signos de alerta y cuando consultar con
el médico: Los familiares y cuidadores deben acudir con el adulto mayor
al médico cuando observen sentimientos de tristeza profunda, minusvalía o
desesperanza, llanto frecuente sin explicación alguna, dificultades para darle
solución a situaciones cotidianas y problemas para el manejo del estrés. Es
importante que el médico realice una adecuada valoración del adulto mayor para
realizar un buen diagnostico, dar un tratamiento oportuno y pautas de manejo
del adulto a sus familiares y cuidadores; para de este modo ayudarlo a llevar
una mejor calidad de vida.