viernes, 13 de mayo de 2016

LA ACTIVIDAD FISICA Y EL ADULTO MAYOR


A medida que envejecemos se producen evidentes cambios y alteraciones en el estado físico y psicológico. Estos cambios son progresivos e inevitables; sin embargo ha sido demostrado en varias investigaciones, que el ritmo degenerativo se puede modificar a través de la actividad física o ejercicio. En efecto, éste puede ayudar a mantener o mejorar la condición física, el estado mental y los niveles de presión arterial alta en el adulto mayor.
Los ejercicios aeróbicos adecuados pueden incrementar de uno a dos años la esperanza de vida, la independencia funcional y ayudar a prevenir enfermedades. Muchas investigaciones han demostrado que la practica física regular incrementa la habilidad de un adulto mayor en sus quehaceres diarios, reduce riesgos de enfermedades crónicas especificas, incluyendo las enfermedades  coronarias y baja la tasa de mortalidad( Heath, 1994). Con la practica regular de actividad física, los sistemas del cuerpo que se ven más beneficiados son: Cardiovascular, respiratorio, inmunológico; además de verse favorecidos los huesos, músculos y riñones. El ejercicio a su vez, logra ayudar en el tratamiento y la prevención de la osteoporosis; traduciéndose esto en una mejora significativa en la calidad de vida del adulto mayor, brindando una mayor flexibilidad, fuerza y volumen muscular, movilidad y mayor capacidad funcional.

Ejercicio y salud mental: además de los múltiples beneficios a nivel físico, la salud mental del adulto mayor es otro gran beneficiario de la practica regular de esta actividad mejorando la auto- estima, el autocontrol, el funcionamiento autónomo, hábitos de sueño, funciones cognitivas y las relaciones sociales.

Recomendaciones para comenzar la actividad física en el adulto mayor: Se recomiendo una actividad física de 3 a 4 veces por semana, de duración moderada ( 20 a 30 min aproximadamente), para obtener efectos de acondicionamiento físico. Siempre se debe consultar con el médico tratante sobre cuál es el tipo de actividad física optima para cada persona, ejercicios a realizar y la manera correcta  de hacerlos.
Es deber de la familia o del cuidador, ayudar a mantener una optima calidad de vida en el adulto mayor, por lo tanto deben promover, animar y acompañar al abuelo en la práctica regular de actividad física que le permita llevar por más tiempo su independencia física y psicológica de quienes velan por su cuidado y bienestar.         

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