jueves, 3 de mayo de 2018

10 ESTRATEGIAS PARA EDUCAR A LOS NIÑOS EN INTELIGENCIA EMOCIONAL




Las emociones hacen parte de cada aspecto de la vida y la cotidianidad. Saber controlarlas, gestionarlas y utilizarlas a través del fomento de la inteligencia emocional  permitirá, sin duda, afrontar el día a día de un modo más eficiente. Emoción, pensamiento y acción son los 3 pilares que prevalecen en las personas. De ahí la importancia de ahondar en ese tipo de conocimiento para afrontar determinadas situaciones, para desenvolverse en la sociedad de un modo eficiente. Entonces se considera de vital importancia  que los niños se inicien también en el aprendizaje de la inteligencia emocional desde pequeños. Teniendo en cuenta los siguientes principios se ayudar a al niño al desarrollo de este tipo de inteligencia por medio de la crianza.

1. Inteligencia emocional para controlar su Ira: Hasta los 18 meses, es primordial que todos los niños cuenten con  todo el afecto, atención y cuidado de sus padres, pues les aporta la seguridad necesaria para enfrentarse al mundo y vencer sus miedos; pero se debe tener en cuenta que a partir de los 6 meses se comienza a desarrollar la rabia o ira; por lo tanto es importante que padres y cuidadores ayuden a canalizarla a través de mensajes que el niño logre entender para invitarlo a razonar y ayudarle a expresar y controlar lo que está sintiendo.

2. Enseñar a reconocer las emociones básicas: A partir de los años aproximadamente, es recomendable iniciar a los niños en el campo del reconocimiento de emociones, ya que es cuando ellos empiezan a interactuar con los adultos y otros niños de modo más abierto. Por medio del juego se puede ayudar al niño a reconocer las emociones básicas (alegría, tristeza, miedo y rabia). Con fotos de rostros, dibujos coloridos y poniendo situaciones especificas. El juego significativo es un excelente medio para enseñar el manejo de estas emociones y comenzar a desarrollar en el niño la empatía.

3. Nombrar las emociones: A partir de los 5 años los niños ya logran dar nombre a sus emociones e involucrarlas en su cotidianidad; por ejemplo, “estoy enfadado porque no me has llevado al parque”, “estoy contento porque mañana nos vamos de excursión”, “tengo miedo de que cierres la luz porque me dejas solo.” Estas son expresiones que involucran la vida diaria del niño que ayudadas a expresar por un adulto brindan al niño una adecuada canalización de lo que está sintiendo y cómo se va enfrentando al mundo.

4. Enseñar a afrontar las emociones con ejemplos: Es habitual que los niños en algunas ocasiones se vean superados por sus propias emociones; entonces en medio de una rabieta suelen ser groseros, tirar cosas, gritar o golpear. Es necesario que esas acciones no se refuercen. Se le puede enseñar al niño que antes de gritar o golpear algo exprese en voz alta lo que le molesta; de este modo aprenden a expresar sus emociones desde pequeños.

5. Desarrollar su empatía: Para ayudar a desarrollar una dimensión tan importante en sus vidas es primordial inducir al niño a razonar por medio de preguntas. Por ejemplo: Cómo crees que se siente tu amigo con lo que le has dicho?, Porqué crees que está llorando tu hermanita?, Crees que papa hoy está feliz?

6. Desarrollar su comunicación: Razonar con los niños, hacerles preguntas, jugar y poner ejemplos es algo imprescindible en su educación. Al niño se le debe ayudar a expresarse y tener una buena comunicación tanto verbal como no verbal. Pon er en voz alta sus opiniones y sentimientos y hasta hacer consensos; en otras palabras que aprendan a dialogar.

7. Iniciar al niño en las emociones secundarias: A partir de los 10 a 11 años surgen en la vida del niño las emociones secundarias entre las cuales se encuentran el amor, la vergüenza y la ansiedad. Siempre es adecuado que previamente se haya realizado el trabajo de la comunicación para poder hablar de estas emociones abiertamente y ayudarles a generar seguridad.

8. Enseñar la escucha activa: Es de vital importancia educar al niño en la escucha activa. El niño debe aprender que debe guardar silencio mientras los demás hablan; pero no solo es guardar silencio sino escuchar atentamente lo que los demás tienen para decir. De ahí que es recomendable hablarles despacio, frente a frente y terminando las frases preguntando al niño si ha entendido de lo que se está hablando o si se encuentra de acuerdo con lo que se ha dicho.

9. Fomentar el dialogo democrático: A medida que los niños se van haciendo mayores van a aparecer mas demandas de su parte; de ahí que desde pequeños se les eduque en pactar o hacer consensos a través de un dialogo democrático. La familia es un ejemplo de la sociedad  y es el mejor campo de aprendizaje para los niños.

10. Permitir la expresión de emociones: Para educar al niño en inteligencia emocional es innegable que se les debe dar la confianza suficiente para que expresen sus emociones, expresen aquello que les preocupa, aquello que los hace felices o infelices. Por medio de un adecuado manejo de las emociones se puede ayudar al niño a madurar y manejarse adecuadamente en la sociedad.

Articulo elaborado por Valeria Sabater- psicóloga infantil para el sitio web “la mente es maravillosa”

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