La capacidad de amar y la capacidad de ser
amados son las dos condiciones básicas de la calidad
de vida del adulto mayor.
Las estadísticas son muy claras, y
establece que la mujer enviuda con mayor
frecuencia que el varón, lo que implica que tanto en términos absolutos como
relativos, hay más mujeres adultas mayores en estado de viudez que varones. Y estos últimos se
casan rápidamente, pareciera que toleran menos la viudez que las mujeres,
además de tener una oferta mayor para componer una nueva pareja. Los Clubes de
mayores suelen ser un ejemplo claro: la participación femenina es todavía mayor
que 4 a 1 y suele llegar a cifras como de 30 a 1 y 50 a 1.
Por tanto, en el amor
otoñal (en
las personas adultas mayores) pueden darse situaciones muy variadas, ya que hay
una radical diferencia entre un adulto mayor y otro, si está casado o viudo o
divorciado o separado o soltero. El amor entre adultos mayores, comprende
tantas variables posibles como en la juventud, pero señalaremos algunas
variables típicas de esta época de la vida:
El enamoramiento en la tercera edad
Los cambios que produce el
enamoramiento en una persona pueden obedecer a la presencia de sustancias químicas.
Del varón y la mujer adultas mayores
se espera sensatez, mesura,
realismo, serenidad, de acuerdo a los
estereotipos vigentes en todas las épocas. Por tanto, el adulto mayor no tiene
permiso para enamorarse, según sus hijos, nietos y amigos, y según la sociedad.
Enamorarse estaría fuera de lugar. Esta fuerte tradición cultural se ha modificado, por suerte. Ha
desaparecido la gerontofilia como desviación sexual, así como la sospecha de
que todo anciano varón sobre todo, es más proclive a las parafilias y abusos de
niños. Se reconoce que hay adultos mayores de ambos sexos, atractivos, seductores, amables.
Los amores secretos y unipolares, unilaterales, no son
raros sin embargo, a esta edad, y suelen llenar los días y las fantasías de las personas mayores, que pueden transformar en amistades sus
amores inconfesos o imposibles. Porque su amor heterosexual se deposita sobre una persona casada o comprometida.
Los matrimonios que sobreviven
Sexualidad en la tercera edad
Aunque parezca mentira, en los albores del
siglo XXI hay personas que se han casado una sola vez y siguen juntos luego de
30, 40, 50 y más años de matrimonio.
De alguna manera, el amor otoñal en cada
tipo de las parejas mencionadas adquiere formas diversas: más afectuosa, más
amistosa, más sexual, más tierna, más refinada, más
espaciada, más profunda, más romántica. Pero por sobre todas
las cosas, aunque pueda parecer insípido, el amor otoñal es realista, acepta
las arrugas del otro, la sordera, las pequeñas manías, las depresiones
peculiares, los gustos y preferencias, así como el manejo del
dinero cada vez más restrictivo, incluso las infidelidades del pasado son
finalmente elaboradas cuando existieron.
Según estadísticas, 50% de las parejas que no son
interrumpidas por la viudez, envejecen juntas sin problemas. La otra
mitad convive en medio de un infierno pequeño, mediano o grande, con diversos
grados de separación y divorcio, bajo el mismo o diferente techo. Una crisis
matrimonial frecuente es la provocada por el llamado 'nido vacío' cuando los
hijos ya adultos se van de la casa para formar un nuevo hogar, casados, unidos
o por independizarse.
La nueva realidad es la situación del
"nido relleno", cuando los hijos divorciados,
separados o incapaces de financiar su independencia, vuelven al hogar paterno
que ya se reorganizó para procesar la ausencia de hijos, y ahora debe
reestructurarse, no solo social sino económicamente, lo que no es poco.
Por último, la sexualidad de la pareja
otoñal puede expresase en toda su plenitud. Hay nuevos paradigmas para el amor
y la sexualidad del adulto mayor.
En el aspecto sexual la mujer ha logrado su
orgasmo gracias a los conocimientos de sus zonas
erógenas y las técnicas de estimulación y autoestimulación, que
pueden ser compartidas con sus parejas jóvenes o viejas, nuevas
o antiguas. Además de la sustitución hormonal y los geles lubricantes, la mujer
madura debe conservar, recuperar o desarrollar su poder de seducción
como
una cualidad social más. Y muchas lo han hecho siempre. Son las adultas mayores
del grupo que se casan una y otra vez, cuando sus maridos abandonan este mundo.
En los grupos de adultos mayores se sabe quiénes son: "se casan siempre
las mismas", se quejan con envidia las mujeres mayores más tímidas.
Los varones pasaron de los
'brebajes del amor' y el rejuvenecimiento que cazaba
incautos con pretensiones mayores a sus fuerzas, a las hormonas que eran
eficaces sólo en caso de climaterio masculino comprobado, pasando por nutrientes
y estimulantes generales, las prótesis peneanas cada vez más sofisticadas
y aun vigentes para algunos casos de disfunción eréctil irreversible, hasta el
citrato del sildenafil, la pastilla azul que en dos años cambió la cara de los desahuciados
sexuales, para recuperar el falo rígido y llegamos al clorhidrato de apomorfina
que facilita el ya establecido reflejo erectivo por estimulación directa del
glande, eficaz en todas las edades, pero específica de las parejas adultas
mayores desde hace décadas.
Fuente: Síntesis del
artículo "Amor otoñal", publicado en Red Lationamericana de Gerontología,
escrito por el Dr.
Andrés Flores Colombino; Médico especialista en Psiquiatría,
Geriatría-Gerontología y Sexología Clínica. Miembro del Consejo Asesor y del
Comité Científico de la Asociación Mundial de Sexología (WAS). Vicepresidente
2º del Comité Ejecutivo de la Federación Latinoamericana de Sociedades de
Sexología y educación sexual (FLASSES).
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