Para muchos llegar a la tercera edad es sinónimo de un sinnúmero
de acontecimientos no tan positivos; y si bien sabemos que la vejez trae
consigo muchos cambios, no todo debe ser negativo. La edad; aunque ahora no lo
pensemos de esa manera, tiene sus ventajas y aquí te mostramos cuales son.
La cultura, la presión social por
vernos y sentirnos cada vez más jóvenes y vitales, nos ha hecho sentir que
envejecer suele ser malo y que debemos evitarlo a toda costa. Pero envejecer
como tal no es malo, por el contrario; envejecer hace parte de nuestro ciclo
vital, si estamos envejeciendo quiere decir que estamos viviendo la vida y
cumpliendo las metas y sueños que tenemos programados para ella; vamos ganando
sabiduría y experiencia.
Otro de los aspectos relevantes a
resaltar de envejecer suele ser que tenemos o logramos una mayor estabilidad;
envejecer; lejos de disminuir nuestras energías puede hacernos más vitales y
felices que antes; con la edad ganamos templanza, paciencia y vemos la vida
desde otro punto de vista. Ya no vivimos corriendo, ni tenemos apuro por
terminar una jornada laboral; sino que aprendemos a disfrutar de los pequeños
momentos; solos o acompañados, pero aprendemos a tomarnos la vida con más calma.
También está demostrado que la tercera edad conlleva a una mayor
estabilidad emocional; debido a que ya hemos adquirido emocionalmente lo que
deseábamos para nuestra vida; casarnos, tener hijos, adoptar, adquirir una
mascota o sea cual haya sido nuestro requerimiento emocional, ya está cubierto;
esto quiere decir menos picos de sentimientos
y emociones, que se traduce en mayor
estabilidad emocional.
La toma de decisiones también ha
sido ampliamente estudiada; mientras que en etapas más productivas de la vida
adulta, tomar buenas decisiones suele afectar nuestro trabajo, vida de pareja,
etc, en la tercera edad las decisiones que se toman son simples y fáciles;
suelen ser decisiones sobre donde almorzar, o que curso iniciar o que cosa
interesante nueva para aprender; pero no suelen ser aspectos que conlleven una
carga importante de estrés.
Otra de las ventajas
fundamentales de llegar a la tercera edad es que los adultos mayores suelen ser
más seguros de sí mismos. Cuando llegamos a la vejez dejamos de lado ciertos
conceptos culturales y sociales; así somos más libres de vestir lo que nos
guste o con lo que nos sintamos mas cómodos pues ya no dependemos de la presión
social por actuar bajo la norma o vernos “bien” presentados para el trabajo o
una reunión de negocios; tenemos una libertad que no teníamos antes y esto se
convierte en algo liberador y sanador cuando se tuvo una vida atada al aspecto
laboral y con muchas normas institucionales que cumplir; ésta, se convierte entonces en una etapa para
disfrutar de la vida, de los amigos, de la familia, de las actividades que siempre nos gustaron pero que nunca tuvimos
tiempo de realizar. Definitivamente llegar a la tercera edad es una bendición y
debemos aprovechar los recursos que tenemos para ser felices.
“NO HAY PROPIAMENTE
EDAD DE LA VEJEZ,
SE ES VIEJO, CUANDO SE COMIENZA A ACTUAR COMO VIEJO”
George Clemenceau
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